En realidad "Puchito", vivía de sus tareas de limpieza en la casa Bierede la calle Liniers y en el cambio Maggio, en la esquina de Juncal y BuenosAires, amén de otras cosas.Cuando le querian dar "algo" para rebuscarse, perfumes o marfil de contrabando,"Puchito" rechazaba indignado la oferta, y sostenía que "él, pobre, perohonesto, podía enseñar y dirigir a los demás, pero no ser su esclavo".A veces se paraba frente al Teatro Solis y ahí empezaba su perorata, diciendoque "el Uruguay era una verguenza con tanto abogado y escribano" porqueel había andado "por campaña, y en todos los pueblitos que el había recorrido,eran puras chapas de abogado y escribano, y casi ninguna de médico".
Tenía cierto parecido con el "caballero de la triste figura", magro, alto,escuálido.Parecía salir de las ropas a dar un paseo, y cuando hablaba solía apretarselas solapas con las manos, como esos caudillos de barrio cuando dictan asu secretario la tarjeta de recomendación.Un día se paró el escritor Horacio Maldonado en el grupo de los que le escuchaban,y le preguntó a "Puchito" cuanto tiempo había ido a la escuela, a lo querapidamente "Puchito" contestó: -"Lo suficiente, para saber que usted escribecon falta de sintaxis y sintesis".Esta frase de "Puchito" se hizo famosa, ya que en cierta ocasión, al llevarleun autor novel un tango a Carlitos Warren, el músico frunciendo el gesto,desaprobó la letra del tango argumentando, que "como dijera "Puchito", lefaltaba a la letra, sintesis y sintaxis.
Todas estas contestaciones, rayanas un poco en la agresividad de su carácter,formaban parte de una recia personalidad, porque "Puchito" no aceptaba dineroalguno.Era de esos tipos que la sociedad burguesa los quiere humillantes y sumisospara arrojarles las pitanzas de sus misericordias.Pero "Puchito" sabía de todas las mentiras y los convencionalismos de losde arriba, y porque algo le funcionaba mal, hacía esa vida pequeña y cortade limpiador, y larga y holgada de sus ropas de polemista ... Porque laúnica vez que salió de su serenidad habitual, fue un día que a la arenade las discusiones en la famosa pasiva, se acercó una dama de "nuestra sociedad"con una alcancía para los pobres, y "Puchito" dirigiéndose al público instoa que nadie colaborara "con esas damas aburridas que colectan para los pobresmientras en las fábricas sus maridos explotan a los obreros", y acto seguidole arrancó la alcancía de las manos y la arrojó al medio de la calle.
Estampas Montevideanas de Luis Alberto Varela
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