Quienquiera que ponga su mano sobre mí para gobernarme es un usurpador y un tirano y le declaro mi enemigo.
La democracia no es más que un poder arbitrario constitucional que ha sustituído a otro poder arbitrario constitucional.
No más partidos, no más autoridad, libertad absoluta del hombre y del ciudadano: esta es mi profesión de fe social y política.
La paz obtenida en la punta de la espada, no es más que una tregua.
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